El problema

Nuestro hogar, el planeta Tierra, enfrenta grandes retos que amenazan no solo la gran diversidad de especies animales y vegetales que alberga, incluido el ser humano, sino también el agotamiento de los recursos que durante milenios han permitido a la especie humana subsistir y evolucionar hasta el momento actual.

El aumento sostenido de gases de efecto invernadero, la contaminación del suelo, aire y aguas continentales y oceánicas, el agotamiento de recursos naturales, el cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad, entre otras amenazas, están llevando a la especie humana a su propia extinción, a un punto de no retorno si no somos capaces de encontrar un remedio y aplicarlo.

Los ODS (Objetivos de desarrollo sustentable) de la ONU y el Acuerdo de París, auspiciado también por la ONU, son algunas de las muchas iniciativas desarrolladas por instituciones supranacionales en los últimos años para revertir el camino hacia un callejón sin salida al que el actual modelo económico nos está llevando. Estas iniciativas se han convertido en la brújula que deberá orientar a la sociedad global de nuestro planeta a actuar para adoptar e implementar a nivel local acciones que permitan a las futuras generaciones gozar de las maravillas que la naturaleza ofrece.

Creo que ha llegado el momento de tomar medidas que vayan más allá de los rellenos sanitarios, que han demostrado ser eficaces en el corto plazo pero en el largo plazo se convierten a su vez en focos de contaminación, ya sea por grietas en su estructura o una deficiente operación.

La gestión de los residuos es uno de los grandes retos que enfrentan los gobiernos locales a nivel mundial. Actualmente, en México y en la mayoría de los países de Latinoamérica, la forma más frecuente de gestionarlos es mediante tiraderos, ya sean controlados (rellenos sanitarios) o no, que alejan el problema de los grandes núcleos urbanos pero no evitan ni la contaminación ni la emisión de gases de efecto invernadero en zonas rurales o semiurbanas.

Tenemos la solución 

Creo que ha llegado el momento de tomar medidas que vayan más allá de los rellenos sanitarios, que han demostrado ser eficaces en el corto plazo pero en el largo plazo se convierten a su vez en focos de contaminación, ya sea por grietas en su estructura o una deficiente operación